Lo que conseguimos con la Vítex es tener unos buenos niveles de estrógenos propios para crear unas buenas ovulaciones y, también, buenos niveles de progesterona.
La progesterona es nuestra gran aliada, la hormona que rige desde la ovulación hasta la menstruación. Es la más regenerativa para el organismo, la protectora, la que calma el sistema nervioso, que cuando llega a sus niveles óptimos, se une a receptores GABA. Pero, sin embargo, es la gran olvidada.
En la menopausia, la Vítex hace que la bajada hormonal sea más paulatina y más equilibrada entre estrógenos y progesterona.
El desequilibrio hormonal principal hoy en día es la falta de progesterona, debido al hiperestrogenismo general, bien por el exceso de estrés, que anula la función ovárica normal, o por los disruptores endocrinos, o tóxicos ambientales, que están por todas partes (alimentación, textiles, en el aire, en el agua…).
Todo esto hace que nuestro organismo se confunda y desequilibre, porque acumula moléculas que se comportan como falsos estrógenos, uniéndose a sus receptores. Este estrógeno se queda mantenido, lo que provoca la inhibición de la liberación adecuada de la progesterona, la hormona de la salud, la hormona que protege nuestros huesos, sistema nervioso, a nivel celular, inmune, etc.
La Vitex es capaz de arrastrar los falsos estrógenos de los receptores, regular la producción de prolactina, estrógenos, progesterona, endorfinas y dopamina, contribuyendo al bienestar y equilibrio en cuerpo & mente.
